La educación toma muchas formas. Abordamos el tema de la educación de nuestros amigos, según su edad, desde varios ángulos. Trabajamos con educadores y psicólogos para ayudarlos a sobrellevar el espectro de la enfermedad y las situaciones muy difíciles que experimentan en el hogar, y por el hecho de que todos corren el riesgo de desarrollar la enfermedad de Huntington.
En los casos en que los niños no saben leer ni escribir, brindamos asistencia especial y contratamos maestros para que los ayuden. Esto es particularmente agudo en Barranquitas, Venezuela.
Sin embargo, la mayoría de los niños en San Luis y en Colombia han alcanzado la educación básica, aunque muchos están considerablemente retrasados. Trabajamos con sus familias a través de nuestro personal, voluntarios y organizaciones afiliadas para garantizar que los niños asistan a la escuela. Durante la pandemia, obtuvimos tabletas y teléfonos celulares para los niños en Colombia para garantizar que pudieran continuar aprendiendo de forma remota.
En todos los lugares les proporcionamos bolígrafos, lápices, cuadernos, mochilas y otros artículos de primera necesidad para que puedan hacer sus tareas en casa.
Pero la educación va más allá de la escolarización. Queremos asegurarnos de que crezcan con la esperanza de lograr sus sueños. Por lo tanto, organizamos talleres en línea, así como campañas en las redes sociales para que se comprometan, motiven y entusiasmen por ser parte de una familia más grande, una que no tiene fronteras. En 2021, llevamos a cabo una campaña llamada 'de mayor quiero ser' y les pedimos a los niños de los tres países que dibujaran postales y letreros, y crearan videos de ellos hablando sobre sus sueños. Puedes ver algunos de estos a continuación.
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